miércoles, 13 de junio de 2007

BOCADOS DE ORO





















¿El oro se come? Si, incluso puede ser recomendable para el tratamiento de algunas enfermedades. No es ni siquiera una innovación de los actuales chefs. Ya los antiguos egipcios añadían sales del mineral a sus platos porque experimentaban una sensación de bienestar tras su ingesta. Para los chinos el oro era el elixir de la vida, una especie de antioxidante que prevenía el envejecimiento. El deseo de alcanzar la inmortalidad propició a los alquimistas árabes su uso y traslado a occidente, de modo que hasta los reyes absolutistas decidieron probarlo para alcanzar la inmortalidad de su monarquía. En Pakistán se le atribuyen cualidades afrodisíacas, ( no vale comerse anillos ni pulseras).
Los científicos han descubierto que todo esto no era tan descabellado pues se ha comprobado que su administración es beneficiosa, por ejemplo en el tratamiento de artritis reumática, también se investiga su uso en el tratamiento del cáncer de próstata.
Este oro culinario se comercializa en polvo, pétalos o copos y láminas, su precio oscila alrededor de los 20 euros de un bote 80 gramos de polvo de oro.
En la foto tenemos un rissotto de azafran con lámina de oro.
Ya sé que esto de comer con "colorao" es un poco snob, pero como ya lo hacían los egipcios...

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