jueves, 14 de junio de 2007

HELADO DE ACEITE DE OLIVA



Ya llega el calor y que mejor que un helado, este de aceite lo puedes tomar como postre o si le quitas el azúcar es un magnifico acompañante para cualquier plato salado. Hazte amigo de tu imaginación.

INGREDIENTES: (para 6 personas)

6 yemas de huevo
medio litro de leche
75 gramos de aceite de oliva suave (va muy bien la variedad hojiblanca).
200 gr. de azúcar
35 gra. de harina

PREPARACION:

Las yemas se baten hasta que estén blancas junto con el azúcar y la harina.Calentar la leche y agregar al batido anterior. Sin dejar de remover esperar que espese y haya cocido de forma que no se corte y las yemas queden perfectamente higienizadas. Una vez tenemos esta crema base que sirve para gran variedad de sabores de helado, dejamos enfriar ya fuera del fuego.

Una vez fría echar el aceite a hilo fino sin dejar de batir con varilla y cuando esté perfectamente incorporado poner en heladora ( si tienes) sino en un recipiente y al congelador.

Supongamos que lo pones en el congelador, cuando esté a medio helar lo sacamos, lo removemos bien para evitar que cristalice y lo volvemos a meter al congelador. Hacemos un par de veces más esta operación y ya lo dejamos helar. Antes de servir es conveniente sacar del congelador unos 10 minutos antes.

Si tienes heladora, ella solita lo hace todo, pues una heladora nos es más que un congelador con movimiento. Si no tienes hazlo como te he explicado, sale perfecto.

LLEVA TUS CUBIERTOS EN LA CARTERA



Que duda cabe que el diseño ha entrado en la cocina, tanto en los platos como en los útiles que se usan. La diseñadora Ineke Hans es quien los ha pensado, de su utilidad ustedes mismos tienen la palabra, pero que sepan que en su cartera además de unos eurillos pueden llevar un tenedor y una cuchara.

miércoles, 13 de junio de 2007

PIÑA COLADA AL PLATO
















INGREDIENTES:
piña natural
helado de coco
cachaza (licor que se emplea para la piña colada, si no encuentras un ron blanco)
coco rallado
azucar moscovado

PROCEDIMIENTO:

Colocar una rodaja de piña con el azucar moscovado encima y quemarlo con soplete, colocar una bola de helado de coco y un poco de mouse de coco. Adornar con una linea de coco rallado y unas lágrimas de chocolate. En el mismo plato servir un vaso con el chupito de ron.

BOCADOS DE ORO





















¿El oro se come? Si, incluso puede ser recomendable para el tratamiento de algunas enfermedades. No es ni siquiera una innovación de los actuales chefs. Ya los antiguos egipcios añadían sales del mineral a sus platos porque experimentaban una sensación de bienestar tras su ingesta. Para los chinos el oro era el elixir de la vida, una especie de antioxidante que prevenía el envejecimiento. El deseo de alcanzar la inmortalidad propició a los alquimistas árabes su uso y traslado a occidente, de modo que hasta los reyes absolutistas decidieron probarlo para alcanzar la inmortalidad de su monarquía. En Pakistán se le atribuyen cualidades afrodisíacas, ( no vale comerse anillos ni pulseras).
Los científicos han descubierto que todo esto no era tan descabellado pues se ha comprobado que su administración es beneficiosa, por ejemplo en el tratamiento de artritis reumática, también se investiga su uso en el tratamiento del cáncer de próstata.
Este oro culinario se comercializa en polvo, pétalos o copos y láminas, su precio oscila alrededor de los 20 euros de un bote 80 gramos de polvo de oro.
En la foto tenemos un rissotto de azafran con lámina de oro.
Ya sé que esto de comer con "colorao" es un poco snob, pero como ya lo hacían los egipcios...

martes, 12 de junio de 2007

PERA CON CUCURUCHO DE HELADO DE CARAMELO


Para su elaboración, cocer 300 g de mantequilla hasta que adquiera un bonito color "noisette" o avellana. Enfriar de inmediato alejándola de la fuente de calor.

Pelar 4 peras sin quitarles el rabillo. Sumergirlas en mantequilla "noisette" y poner el cazo a fuego lento para pocharlas lentamente. Controlar la cocción pinchando con frecuencia el centro de las peras con una varilla fina. Estarán al punto cuando la varilla salga con facilidad. Una vez finalizada la cocción, retirarlas del cazo. Reservar.

Después, cortar 1 hoja de brick en 4 triángulos de igual tamaño. Pintarlos con mantequilla fundida por ambas caras y espolvorear generosamente con azúcar grano. Eliminar el exceso de azúcar que no se haya adherido a la mantequilla.

Enrollar el triángulo de hoja de brick alrededor de un cono metálico de 14 cm de altura por 3,5 cm de diámetro, encajar un segundo cono encima para fijar la hoja de brick. Caramelizar en el horno a 180º C hasta que se dore uniformemente. Desmoldar enseguida. Dejar enfriar. Reservar.

A continuación, remojar 70 g de azúcar con 2 cucharadas soperas de agua, cocer hasta obtener un caramelo oscuro. Verter 300 g de leche entera hirviendo para frenar la cocción. Mantener hasta que el caramelo se haya fundido por completo.

Calentar gradualmente 40 g de mantequilla en un cazo, sin dejar de remover con las varillas. Al principio, la mantequilla espumará, luego tomará color. Detener la cocción a tiempo (cuando esté alrededor de 150º C) para fijar un tono de avellana tostada.

En un cuenco, batir 3 yemas de huevo con 10 g de azúcar hasta que la mezcla blanquee. Verter la leche caramelizada progresivamente, removiendo con las varillas. Incorporar 10 g de leche en polvo y la mantequilla "noisette". Homogeneizar con la batidora.

Verter la preparación en un cazo y cocer, removiendo constantemente, hasta que una ligera capa recubra la cuchara al levantarla (alrededor de los 85º C). Tapar con plástico transparente y guardar en el frigorífico toda la noche. La maduración potenciará los aromas. Poner en la heladera y turbinar hasta obtener la consistencia correcta.

ANTES DE SERVIR:

Antes del emplatado, calentar ligeramente las peras en el horno unos minutos. Trazar en el fondo del plato una espiral de reducción de cacao con manga y boquilla. Utilizar un descorazonador de manzanas para hacer un pequeño hueco en un lado de la pera, en el que se alojará el cucurucho relleno de helado. Espolvorear con cacao y servir.

SONETO AL VINO

















¿En qué reino, en qué siglo, bajo qué silenciosa
conjunción de los astros, en qué secreto día
que el mármol no ha salvado, surgió la valerosa
y singular idea de inventar la alegría?
Con otoños de oro la inventaron. El vino
fluye rojo a lo largo de las generaciones
como el río del tiempo y en el arduo camino
nos prodiga su música, su fuego y sus leones.
En la noche del júbilo o en la jornada adversa
exalta la alegría o mitiga el espanto
y el ditirambo nuevo que este día le canto.
Otrora lo cantaron el árabe y el persa.
Vino, enséñame el arte de ver mi propia historia
como si ésta ya fuera ceniza en la memoria.
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jorge luis borges

lunes, 11 de junio de 2007

TARTA SACHER DE OTRA MANERA



Sobre el bizcocho clásico de la sacher de cacao se coloca un bloque de melocoton en almibar gelificado y se adorna con un crujiente de chocolate, acompañar de un culis de frambuesa y alguna frambuesa.

EL TIEMPO



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Estoy entre cuatro enormes paredes azules ( a mí me parece que son azules) rodeado de los hijos del capitán Grant y de Miguel Strogoff, mientras me acechan los tigres de Malasia.
A los no se cuantos y pico años quiero viajar al centro de la tierra.
A los no se cuantos y pico años sigo subiendo por la escalera de la fantasía y me dedico denodadamente a encorrer moscas y a contar mi historia a una oportuna y grande cucaracha negra:
Soy el pirata de Mompracen y acabo de enamorar a la perla de Labuán, soy el capitán Nemo y acabo de recorrer veinte mil leguas a bordo del Nautilus.
De pronto por algún desconocido camino ha desaparecido la grande y oportuna cucaracha negra.
Estoy entre cuatro enormes paredes negras ( a mí me parece que son negras) rodeado de la incontenible tasa de inflación, la extraña coyuntura económica y no se cuantos pares de consensos parlamentarios.
A los no se cuantos y pico años “el tiempo” sigue siendo lo más surrealista de mi existencia.